Tener un bebé supone asumir la responsabilidad más grande y la alegría más absoluta que nos da la naturaleza

viernes, 24 de febrero de 2012

Nuestros hijos nos acusarán

Todos queremos dar lo mejor a nuestros hijos, si es importante cuidarlos por fuera mucho más lo es que estén sanos por dentro. Desde la tele y los medios de comunicación se nos bombardea con la idea de que tienen que tener una alimentación sana y equilibrada y eso es lo que intentamos.
Estamos felices cuando los vemos morder una manzana o una buena rebanada de pan con aceite convencidos de que les estamos dando una alimentación saludable.
Recuerdo cuando era pequeña (no hace tanto de eso) de la tranquilidad con la que provaba cualquier alimento,cogías una manzana del árbol, un restregón con la manga y listo, para adentro. Cuando iba con mi padre a pescar y pasaba el rato jugando como loca, al tener sed no tenía más que agacharme en el río y beber, eso que ahora nos parece una película de ciencia ficción.
Mi pregunta es ¿porque algunas etiquetas alimenticias no aclaran la procedencia del producto?  ¿en que momento pasó a ser más importante la cantidad que la calidad?
¿es más importante el dinero que la salud? la respuesta rotunda es NO pero parece que hay gente que no lo ve así.
Ahora encontramos casos de atún contaminado con mercurio, espinacas con exceso de nitratos, gambas con demasiado cadmio, pollos infectados por dioxinas...y así una larga lista.
El fondo para la defensa de la salud ambiental (FODESAM) insta al gobierno y las comunidades autónomas para que se implante la alimentación ecológica en guarderías y centros escolares del país, tanto públicos como concertados.
Los niños son especialmente vulnerables a los efectos que los residuos de los pesticidas pueden acarrear. Una exposición continua y en bajas dosis puede llegar a ser un peligro a largo plazo a pesar de que en la mayoría de los casos pase desapercibido.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard asegura que el consumo de pesticidas en los alimentos está estrechamente relacionado con el incremento de la hiperactividad y el déficit de atención en los niños.
A corto plazo pueden acarrear dermatitis, irritaciones de la piel, conjuntivitis o bronquitis, asi como reacciones alérgicas cada vez más frecuentes entre la población, como el asma.
Además se nos advierte que los pesticidas, por sus efectos sobre la salud humana pueden ser mutágenos, cancerígenos, inmunodepresores y teratógenos; una sustancia mutágena es aquella que es capaz de modificar el material genético de las células hijas ( óvulos y espermatozoides) transmitiéndose los nuevos caracteres a la descendencia.
Como es sabido "somos lo que comemos" y teniendo en cuenta la sensibilidad de los cuerpos infantiles ¿no deberíamos intentar que su alimentación fuese lo más natural posible?
Os dejamos un enlace sobre el documental "Nuestros hijos nos acusarán", es largo, pero realmente interesante.
http://www.youtube.com/watch?v=a-kuLfkAmmY&feature=colike

Fuente: Bio Traveler.

No hay comentarios:

Publicar un comentario